Las familias funcionales tienen estas 6 características


Autor: Jimena Mijares Fajardo

Fecha: Febrero del 2018

El modelo McMaster de Funcionamiento Familiar (MMFF), refiere seis dimensiones, que representan lo que las familias funcionales hacen. A continuación explicamos cada una de éstas:

  1. 1. Resolución de problemas. Esta dimensión se refiere la destreza de la familia para resolver problemas de forma efectiva. Los problemas familiares se dividen en instrumentales (problemas de la vida cotidiana sobre transportación, alimentación, etc.) y emotivos (asuntos que generen enojo, tristeza, etc.). Se recomienda seguir los siguientes pasos:
      1) Identificar el problema. 2) Comunicar del problema a la persona adecuada. 3) Plantear diversas posibilidades de solución. 4) Escoger la opción más adecuada para resolver el conflicto 5) Llevar a cabo esa alternativa. 6) Verificar que la acción se cumpla. 7) Valorar si se logró resolver el problema, es decir, se aceptaron los errores y hubo aprendizaje.
  2. 2. Comunicación directa y clara. Lo más saludable es expresar las emociones hablando en primera persona, señalando el comportamiento que causa incomodidad, sin etiquetar al otro. Por ejemplo, “yo me siento enojada cuando tú gritas”.
  3. 3. Roles establecidos. Es sano que las funciones familiares estén designadas a cada uno de sus integrantes, sin que cause abrumación. Las cinco funciones necesarias que alguien debe hacer son:
    1. Ingresos económicos.
    2. Brindar afecto, apoyo y cuidados.
    3. Satisfacción sexual en la pareja adulta.
    4. Buscar que cada miembro de la familia pueda desarrollar sus habilidades en logros personales.
    5. Satisfacción de los intereses de cada uno de los miembros.
  4. 4. Involucramiento afectivo. Es decir, que haya un interés auténtico en las actividades del otro, aun cuando éstas sean diferentes al interés propio.
  5. 5. Respuestas afectivas. Las familias funcionales expresan una amplia gama de emociones con una duración e intensidad razonable y adecuada. Es saludable que se expresen tanto las emociones “positivas” como el amor, el cariño, la ternura y la alegría; así como las “negativas”, como la tristeza, el enojo o la frustración. Ya sea que provengan de aspectos internos de la relación familiar, como de los aspectos cotidianos que vive cada miembro de la familia fuera de casa.
  6. 6. Control flexible de conducta. No es sano controlar de forma rígida la forma de ser de los demás. Por el contrario, se recomienda que para manejar el comportamiento de los otros miembros de la familia, haya flexibilidad para llegar a negociaciones e intercambios razonables.
  7. En conclusión, Una familia funcional, desde el modelo McMaster, presenta las siguientes características: resuelve problemas de forma efectiva, hay comunicación clara, precisa y dirigida hacia las personas adecuadas; existen roles definidos, hay interés en las actividades de cada uno, se expresan emociones de forma adecuada y es flexible.

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    Bibliografía: González, C., González, S. (2012). Un enfoque para la evaluación del funcionamiento familiar. En Revista Mexicana de Orientación Educativa.