¿Cómo dejar de autosabotearte?


Autor: Jimena Mijares Fajardo

Fecha: Mayo del 2018

¿Alguna vez tu teléfono celular se ha quedado sin pila? Entonces resulta que tienes un mensaje importante que responder y viene la ansiedad. O quizás hayas decidido ser más amable con tu pareja, aunque sigues hablando cada vez más alto intentando recalcar tu punto de vista. 

Estas son sólo algunas de las formas en que puedes estar saboteándote a ti mismo y a tus relaciones, creando dolor innecesario y estrés autogenerado. 

Para dejar de sabotearte, primero debes reconocer cuándo te estás dificultando tu objetivo. Algunas veces, somos aguda y dolorosamente conscientes de esto, como cuando nos estamos demorando antes de limpiar un desorden figurativo, o impulsivamente compramos una gran bolsa de papas fritas cuando estamos tratando de reducir la comida chatarra.

Por supuesto, en otras ocasiones somos menos conscientes de nuestro auto sabotaje o diagnosticamos erróneamente el problema central. Esto sucede mucho en las relaciones. 

Para dejar de sabotearte, necesitas descubrir tus patrones de comportamiento y luego encontrar formas creativas para contrarrestarlos y formar nuevos hábitos. 

En su nuevo libro, The Healthy Mind Toolkit, Alice Boyes recomienda estos 4 consejos simples y prácticos para superar estos patrones:

1.  Anticipa lo que se te puede olvidar
Un hábito de autosabotaje muy común es pensar que recordaremos hacer algo pero luego lo olvidamos. Para evitar esta tendencia, puedes diseñar aspectos de tu vida con la suposición de que te va a olvidar. Por ejemplo, si sueles olvidar las llaves de casa, puedes mantener una copia en la guantera de tu auto.  

En tu trabajo y vida hogareña, puedes hacer cosas simples sin una gran fuerza de voluntad. Pequeños cambios pueden ayudarte a sentirte en control. Por ejemplo, en lugar de tener un contenedor para lápices y tijeras en una sola habitación de la casa, puede haber varios, para que sea menos probable que alguien deje las plumas por ahí. Estrategias como estas ahorran tiempo y, lo que es más importante, ayudan a liberarte mentalmente.

2.  Aprecia los pequeños avances 
Muchas veces sentimos frustración porque nos exigimos a nosotros mismos cambios radicales y difíciles, poniéndonos metas muy altas. En lugar de querer resolver un problema grande, mejor proponte metas cortas y fáciles, dividiendo el problema en algo pequeño y alcanzable. 

Con el tiempo, las pequeñas mejoras se van sumando de manera significativa. Puede ser extremadamente útil preguntarse a sí mismo, "¿Cómo podría mejorar esto en un uno por ciento?" En lugar de "¿Cómo puedo eliminar completamente este hábito?" 

3. Usa estrategias para combatir la evasión y la postergación
Cuando posponemos o evitamos, nuestra ansiedad sobre lo que estamos evitando tiende a aumentar. Algunas estrategias son:
  1. -Hacer una lista de tareas diarias para las cosas que realmente deben hacerse ese día. Las listas de tareas específicas  ayudan a utilizar pequeños fragmentos de tiempo. Si tienes cinco o diez minutos, puedes hacer un pequeño paso. 
  2. -Reducir las tareas sin importancia al mínimo posible.

4. Practica auto aceptación y autocuidado
Hacer cambios en tu vida requiere tiempo y energía. Así que pon en práctica la autocompasión. Pregúntate: ¿qué aspectos de la realidad puedo aceptar, en lugar de frustrarme por no poder cambiar? Cuando puedas dejar atrás la ira, la ansiedad y la frustración sobre estas cosas, tendrás más energía disponible para abordar productivamente tu auto-sabotaje.

 Siguiendo estos consejos puedes liberarte para explorar nuevas oportunidades, trabajar más eficientemente y mejorar tus relaciones con los demás. 

Agenda una sesión


Sigue leyendo:

Los diez pilares del bienestar

Tácticas para cumplir tus objetivos

Lo que podemos aprender de los mejores matrimonios


Referencias:

Boyes, A. (2018) How to stop sabotaging yourself. Greater Good Magazine. Obtenido de: https://greatergood.berkeley.edu/article/item/how_to_stop_sabotaging_yourself



Mindfulness: ¿Cómo empezar?

Es común escuchar expresiones como “vivir el momento” y “estar aquí y ahora, desde la perspectiva de mindfulness podemos interpretarlas como ser plenamente conscientes de lo que está pasando. Sin embargo esto no es para nada fácil.