¿Para qué sirve la terapia familiar?


Autor: Jimena Mijares Fajardo

Fecha: Febrero del 2019

El objetivo de la familia es proteger a sus integrantes y cuando éste no se cumple, por ejemplo cuando hay violencia en la familia hay consecuencias terribles a lo largo de la vida adulta de la persona. Muchos de los casos que he visto tienen ese factor en común.  La terapia familiar ayuda a que esto no suceda.  Se puede trabajar para lograr mejores formas de relacionarnos con los hijos  o con el esposo. 

En la terapia familiar no se juzga a nadie. A veces los papás no saben cómo educar a los hijos por su propia historia.  El terapeuta ayuda a comprender con amor  las dificultades de cada miembro de la familia para tener una mirada completa y total. Por ejemplo, a lo mejor el niño fue desprotegido porque ambos padres tenían que trabajar. La terapeuta ayuda a que se expresen cosas que no se han podido decir en casa, a perdonar y a sentir cariño por los otros.

En la familia hay formas  sobre cómo, cuándo y con quién relacionarse, formándose una forma de relacionarse. En la mayoría de las veces, en la familia hay formas de relacionarse que no esta funcionando y que se repiten como un ciclo vicioso. Por ejemplo, cuando alguien ofende y luego pide perdón, pero después lo vuelve a hacer. El terapeuta ayuda a que esto no se siga repitiendo y lograr un cambio.  

Los límites son muy importantes en la terapia familiar. Los límites son las reglas sobre cómo relacionarnos con los demás. Cuando estas reglas son muy estrictas, hay poca independencia y cuando son muy permisivas, no hay sensación de pertenecer a la familia. Por ejemplo, si los padres ponen normas muy estrictas, los hijos tendrán pocas oportunidades de convivir con sus amigos y si son demasiado flexibles, se pierde la convivencia familiar. El terapeuta ayuda a que las normas sean claras y justas para ambas partes.  

Éstas son algunas formas en las que la terapia familiar ayuda a que la familia funcione mejor y reine la paz. Acude con un psicólogo o psicóloga en Puebla: 

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Duelo por suicidio

El duelo supone un proceso natural en la persona que consta de diferentes fases o tareas que ayudan a la elaboración y asimilación de dicho proceso. Pérez et al. (2000) lo representa gráficamente como las olas de una gran marea que alternan embates violentos, con periodos de descanso aparente y nuevas embestidas, cada vez, de menor intensidad.