Trastorno de Estrés Postraumático
¿Qué es Trastorno de Estrés Postraumático?
Autor: Jimena Mijares Fajardo
Fecha: Julio del 2017

El trastorno de estrés postraumático se refiere a una serie de síntomas que experimenta una persona después de haber vivido sucesos traumáticos tales como: desastres naturales, guerras, abuso sexual, accidentes, secuestro, violencia en la familia, entre otros.
Trastorno de estrés postraumático en niños menores de 6 años.
- Haber vivido exposición a la muerte, lesiones o violencia sexual, ya sea real o amenaza. Ya sea que le haya sucedido al niño de forma directa o lo haya presenciado en un ser querido.
- Recuerdos angustiosos recurrentes, involuntarios e intrusivos del suceso(s) traumático(s). Los recuerdos se pueden expresar en la forma en la que el niño juega.
- Sueños angustiosos recurrentes.
- La representación específica del trauma puede tener lugar en el juego. Por ejemplo, un niño que sufrió abuso sexual puede ser que meta el dedo en la boca de sus juguetes.
- Malestar psicológico al estar cerca de cosas o personas que son similares a las cosas o personas que estuvieron presentes durante el suceso traumático.
- Evita lugares o recordatorios físicos que despiertan el recuerdo del suceso(s) traumático(s).
- Evita personas, conversaciones o situaciones que despiertan el recuerdo del suceso(s) traumático(s).
- Aumento importante de emociones negativas (p. ej., miedo, culpa, tristeza, vergüenza, confusión).
- Disminución importante del interés o la participación en actividades (juega menos).
- Expresa menos emociones positivas (no expresa alegría).
- Comportamiento socialmente retraído.
- Reducción persistente de la expresión de emociones positivas.
- Comportamiento irritable y arrebatos de furia (con poca o ninguna provocación) que se expresa típicamente como agresión verbal o física contra personas u objetos (incluidas pataletas extremas).
- Está en estado de alerta (hipervigilancia).
- Respuesta de sobresalto exagerada.
- Problemas con concentración.
- Alteración del sueño (p. ej., dificultad para conciliar o continuar el sueño, o sueño inquieto).
En adultos, adolescentes y niños mayores de 6 años. Se experimentan los mismos síntomas anteriores. Y además, los siguientes:
- Incapacidad de recordar un aspecto importante del suceso(s) traumático(s) (debido típicamente a amnesia disociativa y no a otros factores como una lesión cerebral, alcohol o drogas).
- Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,” “El mundo es muy peligroso,” “Tengo los nervios destrozados”).