¿Puede salir algo bueno del enojo?


Autor: Orlando Hernández Linares

Fecha: Mayo del 2018

Puedo atreverme a decir que miente, quien dice que nunca se ha enojado, siendo que el enojo es considerada como una de las emociones primarias, básicas o innatas en la vida de cada persona que habitamos este planeta.

El enojo es una emoción humana, forma parte de las emociones que están a nuestra disposición para satisfacer necesidades y objetivos específicos de supervivencia. No obstante cuando es vivenciada de forma insana, se convierte auto-destructiva, generando problemas en todo tipo de relaciones que sostiene la persona, la cual vivencia esta emoción.

Es probable que el enojo sea una de las emociones mas juzgadas y rechazadas a nivel social, mediante afirmaciones como ¡El que se enoja pierde!, ¡No te enojes, te ves mal!, ¡La gente enojada, no es bonita, es poco agradable!, y así podemos encontrar discursos que llevan a la nula vivencia y expresión de esta emoción innata de la humanidad, trayendo consigo el riesgo de irlo acumulando, de tal manera que cuando ya es demasiado, sea expresado de forma exorbitante, agresiva, hostil e incluso violenta.

La emoción de enojo nos puede permitir defendernos de la invasión del ambiente, y considero de manera muy personal, que una funciones primordiales es el poner limites a aquello que esta generando un malestar, incomodidad o pone en riesgo nuestra estabilidad y tranquilidad, así mismo, nos habilita para discriminar y seleccionar lo que nos hace bien y lo que no, dando apertura a la posibilidad de alejar a aquello que percibimos como dañino. Regularmente suele ser catalogada como una emoción “desagradable”, sin embargo, nos pone en un estado de alerta para la adecuada defensa.

Quien no vivencia adecuadamente su emoción de enojo, puede ser presa de los otros, en deterioro de su propia vida. Ahora bien, encontramos, observamos, que hay personas que parecen vivir con enojo de una manera muy significativa, mismas que podemos describir como altamente energéticos, perciben al mundo como un lugar en el cual se tiene que estar en una constante batalla. Se pueden definir así mismos como defensores de diversas causas, sean congruentes o no. Los limites que ponen suelen ser excesivos, tirando a tonos de rudeza o agresión. En sensaciones extremas del enojo pueden llevar al descontrol de la conducta, siendo ésta impulsiva, mostrándose violentos explosivos.

Es muy importante reconocer, que no a todos nos enoja las mismas situaciones ó experiencias, que cada personas vivencia el enojo de acuerdo al entorno en el que se mueve y a su centro de valoración interno, incluso de la forma en la cual se le enseño cómo vivir el enojo, que está en parte determinada por los padres, familiares significativos, escuela y círculos sociales cercanos.

Y regularmente ¿Qué nos hace enojar?

* Algo que nos duele o lastima.

* Situación o experiencia en la que creemos, pensamos y sentimos no tener el control.

* Sentimientos de rechazo o exclusión.

* Experiencias las cuales no cubrieron expectativas.

* Situaciones en las cuales nos hemos sentido agredidos o atacados.

* Un perdida material o de una persona (el enojo forma parte de una de las 5 etapas del duelo).

¿Cómo expresar el enojo?

Comúnmente la forma de expresar el enojo es respondiendo de manera instintiva y agresiva, ya que abarca sentimientos intensos, con frecuencia agresivos y conductas de defensa y ataque. Pero eso no da autorización de atacar físicamente a los otros; las personas recurren a una gran variedad de procesos conscientes o inconscientes para sobrellevar sus emociones de enojo.

* Expresa tus emociones de enojo con asertividad pero sin agresión, expresando cuales son los motivos que te hacen sentir enojado, tus

necesidades ante tal sensación. Respeta tu emoción y también respeta al otro.

* Si has ubicado que el enojo es excesivo o puede rebasarte, retírate de esa situación, busca un lugar diferente en el que puedas tranquilizarte, puedes recurrir a técnicas de respiración para calmarte. Posteriormente puedes regresar a hablar y expresar tu enojo de manera asertiva.

* Puedes recurrir al deporte, a la meditación, el arte, para sacar toda la energía que se mueve y vive en el enojo.

* Si sientes que tu vivencia en el enojo esta afectando tus relaciones personales, laborales y otros ámbitos significativos de tu vida, puedes acudir a ayuda profesional, como, atención psicológica o psicoterapia.

El enojo es una emoción que forma parte de nuestra vida, el trabajo a realizar es el cómo decidimos vivirlo.

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Bibliografía.

Muñoz, M. (2009). Emociones, sentimientos y necesidades: una aproximación humanista. México: IDEAZAPATO – ARAUCA