Tener una dieta nutritiva ayuda a tener un peso adecuado y un aspecto saludable, teniendo en cuenta un buen funcionamiento en los órganos y una reducción de riesgo de padecer enfermedades. Pero la alimentación no sólo evita un padecimiento físico, sino que también ayuda a equilibrar las sustancias del cerebro, y mejorar el estado de ánimo.
El cerebro es uno de los principales órganos de nuestro cuerpo y requiere nutrientes para su cuidado. Tener suficiente serotonina, una sustancia química del cerebro, nos ayuda a sentirnos felices. La serotonina se construye a partir del triptófano. Nuestro cuerpo no lo produce, por eso es muy importante consumirlo en:
- Leche.
- Frijoles.
- Pavo o pollo.
- Apio.
- Espinaca.
- Huevo.
- Nueces.
- Pescado.
- Queso cottage.
Se ha encontrado que productos que tienen carbohidratos refinados, es decir, harina y azúcar blancas, aumentan los niveles de ansiedad y generan malestar emocional. Así que trata de evitarlos. Además, no son nada sanos para la salud física.
Si necesitas platicar con alguien y encontrar formas para sentirte mejor, agenda una cita con un psicólogo o psicóloga en Puebla en Integramente: centro de psicología y bienestar.
Bibliografía:
Halford, Patrick (2003). Optimum Nutrition for the Mind. Ediciones Robinbook, S.I. Barcelona, España.
Los tiempos han cambiado así como los cuidados que los abuelos tuvieron siendo padres para con sus hijos, aquí algunos consejos.
Las expectativas nos alejan del mundo lleno de posibilidades.
El ser humano pasa un tercio de su vida durmiendo. Es necesario dormir bien para restaurar el equilibrio físico y psicológico. El sueño es primordial para el desarrollo y tranquilidad de nuestro hijo. Un buen sueño, favorece la atención, concentración, memoria, aprendizaje y fomenta un mejor comportamiento. Un mal sueño (cantidad y/o calidad) puede hacer que nuestro hijo esté más activo o irritable de lo normal, que tenga problemas de aprendizaje o que baje su rendimiento académico.
Es por ello que se publicarán una serie de cápsulas informativas acerca de la higiene del sueño, para lograr desarrollar buenos hábitos de sueño desde las primeras etapas de la vida. Un buen dormir, es tan importante como tener una buena alimentación.