Ideación suicida


Más de 800 000 personas mueren cada año por suicidio, y esta es la segunda causa principal de muerte entre personas de 15 a 29 años de edad. Hay indicios de que, por cada adulto que se suicidó, posiblemente más de otros 20 intentaron suicidarse (OMS, 2015).

Autor: Paola Sánchez Cortés

Fecha: Marzo del 2017

Existen sinnúmero de ideas erróneas que la sociedad tiene respecto al suicidio:

CRITERIO ERRÓNEO CRITERIO CIENTÍFICO
La persona que se quiere quitar la vida no lo dice. De diez personas que cometen suicidio, nueve expresaron claramente sus intenciones, mientras que la otra dejó vislumbrar el propósito de querer terminar con su vida.
La persona que lo dice no lo hace. Toda persona que se suicida expresó con gestos, amenazas, cambios de conducta o palabras lo que ocurriría.
Toda persona que se suicida está deprimida. Toda persona que se suicida está deprimida. Aunque toda persona que se encuentra en depresión tiene posibilidades de suicidarse o intentarlo, no todas las que lo realizan presentan este desorden. Pueden sufrir esquizofrenia, alcoholismo, trastorno de personalidad, etc.
El suicidio no se puede prevenir, ya que ocurre por un impulso. Todas las personas, antes de perpetrar un suicidio, evidencian algunos síntomas que son definidos como síndrome pre-suicidio, el cual consiste en la constricción del intelecto y los sentimientos; la retracción de la agresividad, la cual es reservada para sí mismo y ya no es dirigida hacia la gente; y la creación de fantasías suicidas. Todo esto se puede detectar a tiempo, y así evitar que el acto se lleve a cabo.
Si en verdad se hubiera querido matar, se hubiera tirado frente a un tren. Toda persona con riesgo suicida se encuentra en un estado ambivalente, o sea, con deseo de vivir y morir. El método que se elige para cometer el suicidio no plasma los deseos de morir de quien lo usa.

Es importante poner atención a los indicios que muestra la persona:

Manifestaciones verbales: la persona comienza a expresar su determinación a quitarse la vida, estos pueden ser manifestados a diferentes niveles:

  1. Sin planteamiento de la acción.
  2. Con un método indeterminado.
  3. Con un método específico, pero no planificado.
  4. Plan suicida concreto (esta situación indica un alto riesgo de suicidio).

Contrario a lo que se tiene pensado, preguntar acerca de la existencia de ideas suicidas no aumenta el riesgo.

Manifestaciones no verbales:

  1. Al preguntar sobre una idea suicida: llanto, agachar la cabeza y mirar al piso, hacer silencio repentino propiciado por la misma pregunta, mostrarse angustiado o intranquilo, fruncir el ceño, etc.
  2. Regalar sus posesiones más preciadas.
  3. Correr riesgos innecesarios.
  4. Cerrar asuntos, visitan o llaman a personas para despedirse.
  5. Ingerir bebidas alcohólicas con una frecuencia inusual y en grandes cantidades.
  6. Cambios drásticos en su comportamiento habitual.

¿Cómo actuar ante la ideación suicida?

  1. Valore la situación seriamente.
  2. Sea directo/a. Hable clara y abiertamente sobre el suicidio.
  3. Exprésele su preocupación.
  4. Muéstrese dispuesto/a a escuchar. Deje que la persona hable de sus sentimientos.
  5. Acepte sus sentimientos. No los juzgue. No cuestione si el suicidio es o no correcto. No dé sermones sobre el valor de la vida.
  6. Acérquese y muestre que está disponible. Demuestre interés y ofrezca su apoyo.
  7. No desafíe a la persona a que lo haga.
  8. Tranquilice a la persona.
  9. No se muestre espantado/a. Eso no hará sino poner distancia entre los dos.
  10. No prometa confidencialidad. Busque ayuda entre sus familiares y personas allegadas.
  11. Explique que hay alternativas disponibles pero no dé consejos fáciles.
  12. Adopte medidas prácticas: retire o controle todos los elementos que puedan suponer un riesgo.
  13. Si es posible, no deje sola a la persona. Evite, sin embargo, situaciones de excesivo control.
  14. Busque ayuda profesional e informe de si existe algún antecedente familiar de suicidio.
  15. Involucre a otras personas significativas que puedan contribuir a superar esta situación.

Si tienes pensamientos sobre muerte o conoces a alguien con estas características, llámanos y agenda una cita con nuestros especialistas para realizar un estudio psicológico para determinar la gravedad y comenzar con terapia psicológica.


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Bibliografía: Organización Mundial de la Salud. (2015). Prevención del suicidio: un imperativo global. Organización Mundial de la Salud. Disponible en http://www.who.int/mental_health/suicide-prevention/es/. Rueda, F. (2006). Guía sobre la prevención de suicidio para personas con ideación suicida y familiares. Área de Dirección de Organizaciones Sanitarias. Escuela Andaluza de Salud Pública. Disponible en https://feafes.org/publicaciones/Guiaprevencionsuicidio.pdfFQjCNGhhcIM9JN31VDzvLwkxSMFL6QACw&sig2=VL83Dz5VhpFa7- d2vReHBw&bvm=bv.136593572,d.cWw



¿Mi hijo es preadolescente? ¿Qué hacer?

De los 9 a los 12 años la personalidad del niño está más definida; su pensamiento está más organizado y busca explicaciones lógicas para entender el mundo que lo rodea, demuestra menos admiración a sus padres y más sentido crítico, llegando incluso a rebelarse; es más sensible a los sentimientos de otros. Entre más preparados estén los padres a estos cambios, se podrá atravesar esta etapa (de cuarto a sexto de primaria) con mejor comunicación, comprensión y cercanía afectiva.