El gozo de leer y escribir


Si enseñas a tu hijo a gozar leyendo y escribiendo, le estarás dando una de las mayores herramientas que le servirán para toda la vida.

Autor: Yolanda Fajardo Ponce

Fecha: Noviembre del 2017

Para ello te tienes que preguntar: ¿Qué es para mí la lectura?; ¿Me gusta leer?; ¿Qué tipo de lectura prefiero?, ¿Tengo algún autor favorito?; ¿Le leo a mi niño?; ¿Conozco libros adecuados para mis hijos?

El gozo de leer es un placer que obtenemos después de tener varios encuentros favorables con los libros.

Para tu hijo, aprender a leer es mágico, siempre y cuando no sienta demasiadas exigencias de los demás adultos. Para ello, debes darle lecturas que le sean fáciles, no importa la edad para las que van dirigidas.

Te sugerimos lo siguiente:

  1. Que tu hijo te vea leer y escribir. Leer un libro, periódico, revistas; escribir desde listas de súper, actividades a realizar durante el día, organizar una fiesta, etc.
  2. Leerle a tu hijo cuentos y platicar con él sobre la historia y posibilidades de otro final.
  3. Cuando leas es importante que tu voz tenga expresión, manejo de volumen y ritmo.
  4. Que tu hijo te lea algo que le interesa. Si es pequeño y no sabe leer aún, dile que te lea narrando las imágenes del cuento.
  5. Cuando tu hijo comienza a leer por su cuenta, no lo interrumpas y trata de darle un espacio adecuado sin distractores.
  6. Si la lectura es difícil para su capacidad lectora, tú léele el cuento.
  7. Es conveniente establecer una hora fija para que lea en voz alta. Hacerlo a una misma hora ayudará a formar el hábito.
  8. Apoya a tu hijo para que “edite” su propio cuento/libro.
  9. Lleva a tu hijo a librerías para que escoja libros de su agrado.

Si deseas conocer más sobre el gozo de leer y escribir, contacta a nuestros psicólogos en Puebla, en el Centro de Psicología Serenamente.


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La alfabetización emocional, fomenta la relación sana con tu pareja

La expresión “analfabetismo emocional” fue dada por el psicólogo estadounidense Claude Steiner para nombrar aquellos momentos en que a las personas les cuesta trabajo reconocer qué sienten y por qué lo sienten. Es más saludable entre menos momentos de analfabetismo emocional se tengan, por lo que hay que tratar de alfabetizar nuestras emociones y así tener una relación más saludable con nosotros mismos y con nuestra pareja.