Duelo ante el diagnóstico de alguna enfermedad crónico degenerativa
“Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento” (Viktor Frankl)
Autor: Estefanía Popocatl Vieyra
Fecha: Enero del 2017
Cuando se hace el diagnóstico de una enfermedad que nos acompañará por el resto de nuestra vida, se puede generar un duelo por el sentimiento de pérdida de la salud. Existen cinco etapas del duelo, las cuales se pueden manifestar de la siguiente manera:
- Negación
- -No creo tener esta enfermedad.
- -El diagnóstico está equivocado.
- -Ese diagnóstico no es mío.
- -No creo lo que me está pasando.
- Ira o enojo
- - ¿Por qué a mí?
- - ¿Por qué me he enfermado?
- - ¡Estoy harto(a) de seguir un tratamiento!
- - ¿Por qué debo de cambiar mi estilo de vida?
- Negociación
- - Quiero hacer cambios en mi estilo de vida, pero no sé si pueda mantenerlos.
- - Cumplo con el tratamiento menos los domingos.
- Tristeza o depresión
- - No quiero que sientan lástima por mí.
- - Nadie va a poder ayudarme.
- - Ya no voy a poder hacer lo que hacía antes.
- Aceptación
- -He visto que si cumplo con el tratamiento y tomo en cuenta las recomendaciones de los profesionales de salud, puedo tener una mejor calidad de vida.
Es la reacción más común. No se cree el diagnóstico. Se buscan datos u otras opiniones para que digan que no tiene la enfermedad. No querer hacer cambios en la vida cotidiana. Algunos ejemplos son:
Buscar un culpable (herencia, susto o coraje, algún comportamiento previo, etc.). También en esta etapa hay resistencia o rebeldía ante las indicaciones del médico o de algún familiar, y por lo tanto también hay reacciones hostiles con éstos.
Algunos ejemplos son:
Esto es cuando la persona empieza a aceptar su enfermedad, sin embargo, pone condiciones a su tratamiento, y sigue algunas indicaciones, pero no todas.
Algunos ejemplos son:
El pensamiento está centrado básicamente en lo que se ha perdido o se perderá (libertad, años de vida, consumo libre de comida, control, etc.). La persona tiene apatía y poca motivación para asumir un rol activo en el tratamiento.
Algunos ejemplos son:
La persona ya es consciente de su condición médica y buscará la forma para llevar a cabo un tratamiento adecuado. Un claro ejemplo es:
Es importante saber que no todas las personas necesariamente deben de pasar por cada una de las etapas, o no en el mismo orden. Es decir, depende de cómo cada quien va viviendo su proceso de duelo.
Finalmente, se recomienda que la persona que esté pasando por esto, acuda con un profesional de salud mental (psicólogo/psiquiatra), para que pueda acompañarla y le brinde algunas herramientas necesarias para evitar recaídas durante el proceso.
Los psicólogos en Puebla del centro Serenamente, podemos apoyarte en este proceso de duelo.
Bibliografía: Kübler-Ross, E. (1975) Sobre la muerte y los moribundos. Grupo Grijalvo.