¿Cómo permitirse recibir ayuda?


Autor: Jimena Mijares Fajardo

Fecha: Enero del 2018

Muchos de nosotros aspiramos a ser más compasivos en nuestra vida y a construir una sociedad más compasiva. Al hacerlo, intentamos superar las barreras que nos impiden ayudar a quienes nos rodean: la apatía y las divisiones.

Pero a menudo no pensamos en los obstáculos que dificultan que alguien reciba ayuda. Algunas personas realmente temen convertirse en el blanco de la compasión, y puede estar perjudicando su salud mental. He aquí por qué algunos de nosotros nos oponemos a la ayuda, y lo que podemos hacer para abrirnos a la compasión de otras personas.

El miedo a recibir ayuda puede afectar la relación con los demás. Hay veces que si que alguien es amable y afectuoso con nosotros, ponemos una barrera. En una investigación se descubrió que quienes tienen más miedo a la compasión, comparten menos sus problemas con amigos y familiares.

¿Por qué esto es un problema? El apoyo de nuestros seres queridos en tiempos de estrés nos ayuda a enfrentar y recuperarnos de los momentos difíciles de la vida. El apoyo de los demás puede ayudarnos a resolver nuestras dificultades.

Los amigos y familiares solidarios también frenan la excesiva autocrítica. Confiamos en los demás para recordarnos que somos valiosos y capaces, un aspecto crítico del afrontamiento. De hecho, la autocrítica en combinación con el temor a recibir ayuda pone a las personas en un riesgo mayor de padecer depresión. También, las personas que tienen temor de recibir ayuda, tienden a reprimir sus emociones ante experiencias difíciles.

¿Por qué algunas personas se resisten a recibir ayuda?

Algunos temen que la otra persona no tome en cuenta su problema. La situación también puede despertar una angustia que proviene de los recuerdos de la infancia de una persona al ser ignorada o tratada con hostilidad, en lugar de compasión. Por ejemplo, las personas que recuerdan a sus padres como menos cálidos tienen un mayor temor de recibir ayuda.

Incluso si se ofrece apoyo, puede sentirse incómodo, o incluso herido al estar bajo los focos de la compasión. Recibir apoyo compasivo puede desafiar el sentido de alineación de una persona con las normas sociales o culturales en cuanto a mantener un control sobre su vida, o ser visto como autosuficiente, capaz e independiente.

Recibir compasión implica reconocer que estamos vulnerables, esto puede hacernos sentir vergüenza. Algunos también pueden evitar sentirse como una carga, obligando a otros a perder su valioso tiempo y energía.

Finalmente, algunas personas no quieren hablar sobre experiencias humillantes o de derrota personal, momentos que parecen una prueba de nuestro fracaso absoluto. Para ellos, revelar estos sentimientos parece demasiado arriesgado; temen que al compartir dificultades personales sea más probable que empeore, en lugar de que mejore, cómo se sienten.

¿Cómo reducir el miedo a recibir ayuda?

Una forma de reducir el miedo a la compasión de los demás es practicar la bondad hacia uno mismo. Aquellas personas que practican la autocompasión parecían sentirse mejor.

La autocompasión se ha relacionado con sentirse más seguro y conectado con otros dentro del mundo social, practicar la autocompasión podría llevar a estas personas a sentirse más seguras, menos amenazadas y por lo tanto a confiar más en los demás, relajando la conexión entre sus temores y los riesgos percibidos asociados con mostrarse vulnerable.

En resumen, la gentileza de recibir compasión es una habilidad que vale la pena desarrollar.


Agenda una sesión


Bibliografía: Simon-Thomas, E. (2018) How to Open Yourself Up to Receiving Help Recuperado de Greater Good Berkeley.



Depresión posparto

Después de que el bebé nace, viene una serie de cambios en tu vida que pueden ser difíciles