¿Cómo enseñarle a los niños a ser más tolerantes?
Autor: Yolanda Fajardo Ponce
Fecha: Marzo del 2019
En general, los niños con dificultades para tolerar la frustración pueden:
- Tener dificultades para controlar las emociones.
- Ser más impulsivos e impacientes.
- Buscar satisfacer sus necesidades de forma inmediata, por lo que, cuando deben enfrentarse a la espera de sus necesidades, pueden presentar berrinches y llanto fácil.
- Ser exigentes y demandantes.
- Desarrollar, con más facilidad que otros niños, cuadros de ansiedad o depresión ante conflictos o dificultades mayores.
- Creer que todo gira a su alrededor y que lo merecen todo, por lo que sienten cualquier límite como injusto ya que va contra sus deseos.
- Tener una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
Muchos padres, frecuentemente intentan reducir o evitar las fuentes que causan frustración en el niño, y terminan por convertir cualquier de sus fracasos en un nuevo éxito. Para prevenir esta situación y conseguir que el niño tolere la frustración, los padres deben evitar la sobreprotección y no abusar de la permisividad. La conducta permisiva se manifiesta, con frecuencia, al ceder ante cualquier requerimiento del niño, de modo que este siempre consigue lo que quiere y nunca se enfrenta a situaciones negativas, problemáticas o frustrantes.
Para enseñar a los niños a tolerar la frustración, podemos recurrir a alguna de estas estrategias:
Enseñar con el ejemplo: La actitud positiva de los padres a la hora de afrontar las situaciones adversas es el mejor ejemplo para que los hijos aprendan a solventar sus problemas.
Educar a base del esfuerzo: Es importante enseñar al niño que es necesario esforzarse, así aprenderá, la mejor vía para resolver algunos de sus fracasos.
No darle todo: Si se le facilita todo al niño y no se le permite alcanzar sus retos por sí mismo, es difícil que pueda equivocarse y aprender de sus errores.
No ceder ante sus berrinches: Si los padres ceden ante ellos, los niños aprenderán que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas.
Marcarle objetivos: Hay que enseñar al niño a tolerar la frustración poniéndole objetivos realistas y razonables, pero sin exigirle que se enfrente a situaciones que, por su edad o madurez, sea incapaz de superar.
Finalmente, cabe recordar que la frustración forma parte de la vida, y que aunque no se puede evitar, se puede aprender a manejarla y superarla, aumentando de esta manera la tolerancia a la misma. Aprender a tolerar la frustración facilita que nos enfrentemos con éxito a la vida.
Si quieres ayudar a tu hijo a aprender a ser más tolerante, agenda una cita con un psicólogo o psicóloga en nuestros centros de psicología en Puebla o en Orizaba.