En las primeras etapas de vida, es cuando el ser humano se encuentra no sólo más vulnerable, sino también es el momento en donde hay mayor flexibilidad y aprendizajes por parte del entorno. Uno de los principales grupos que nos rodea y al que pertenecemos es la familia, la cual genera en el niño sentimientos de aceptación a sí mismo, en la medida que éste percibe que satisface las expectativas que se tengan de él con respecto a metas y conductas.

Dicho lo anterior, y dado que la imagen propia que tengamos es algo aprendido, radica la importancia de la labor como padres, dado que en la infancia éstos son como un espejo para los hijos a partir de la cual se irá construyendo la autoestima. Asimismo, hay que tomar en cuenta que no existe niño perfecto y que incluso nosotros como adultos poseemos ciertas inseguridades e ideas erróneas sobre nosotros; sin embargo, es fundamental que desde casa se fomente una autoestima saludable en donde los pequeños se sientan seguros de sí mismos y capaces de enfrentar las situaciones que se presenten día con día.

Características de un niño con alta autoestima

1. Se muestra seguro de sí mismo y de las decisiones que toma.
2. Es estable emocionalmente y muestra mayor tolerancia a la frustración.
3. Es capaz de afrontar problemas y de elaborar posibles soluciones al respecto.
4. Muestra empatía y sensibilidad hacia los problemas de los demás sin hacer a un lado sus necesidades.
5. En la mayoría de las ocasiones se muestra optimista.
6. Presenta una conducta autónoma, acorde a su edad.

Características de un niño con autoimagen negativa

1. Se muestra insatisfecho con sus logros y lo que hace.
2. Resalta sus defectos y presenta dificultades para aceptar su aspecto.
3. En la mayoría de las situaciones se muestra dudoso e inseguro.
4. Considera que carece de habilidades y cualidades.
5. Es predominantemente pesimista y utiliza frases como “Todo me sale mal” “Los demás son mejores que yo”.

Fomentar una autoestima saludable en nuestros hijos es una labor que se debe de realizar desde el nacimiento de éstos a partir de brindarles cariño y seguridad; sin embargo, el hecho de propiciar en ellos un adecuado autoconcepto, no significa que se deba decirles que todo lo hacen bien y evitar señalarle su equivocaciones, dado que esto podría generar que se cree una autoestima inflada y poco realista.

¿Cómo fomentar una autoestima realista y saludable?

1. Evitar hacer comparaciones con los hermanos u otros niños, enseñarle que es único y no debe compararse con nadie.
2. Crear un ambiente en donde el niño se sienta querido y aceptado por lo que es, independientemente de sus logros y forma de actuar.
3. Para que él mismo desarrolle respeto y valoración propia, es indispensable que los padres lo provean de éstos a través de un trato digno y evitando descalificarlo. Hay que señalar cuando la conducta sea negativa, más no generalizar y etiquetarlo: no es lo mismo decir “Lo que has hecho no está bien” a decir “eres un inútil”.
4. Cuando realice algo bien u obtenga algún logro, no hay que dudar en decírselo.
5. Tener expectativas realistas, ya que si son demasiado altas se sentirá mal de no lograrlas, y si son demasiado bajas no se marcará metas para sí mismo.

Finalmente, es pertinente destacar que la actitud que los padres tengan con respecto a su hijo y a lo que éste logre, dependen en gran medida de la autoestima que el niño tendrá. Es por esto, que es recomendable no sólo que crezca sabiendo que es querido, sino también que sea motivado a través de modelos coherentes y aceptación incondicional.

Para más información al respecto, acude a Serenamente con nuestros Psicólogos infantiles en Puebla, en donde ayudamos a tus hijos a dar lo mejor de sí y a fortalecer su autoestima.

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Bibliografía: Amapamu (2010), Fomentar la autoestima en los niños. Gabinete psicopedagógico: Madrid.